CM by Carlos Moro es el estandarte de Bodegas Carlos Moro con su D.O. Rioja, es un monovarietal de tempranillo procedente de San Vicente de la Sonsierra. Un tinto procedente de viñedos de entre 25 y 80 años a una altitud de unos 600 metros, sobre suelos calcáreos, y un rendimiento de entre 3.000 y 5.000 kg por hectárea. Un vino fino, elegante, redondo y muy persistente.
Vista:
Color picota con ribete rubí, limpio y brillante
Nariz:
Aromas de tostados, propias de la barrica, y especiados integrados con fruta madura y ligeras notas balsámicas
Boca:
Bien equilibrado y de buena estructura, taninos pulidos, tostados y especias, fruta madura y un final de buena persistencia
- Tipo
- Tinto
- Denominación de Origen
- Rioja
- Variedad
- 100% Tempranillo
- Puntos
- 90 Peñín
- Vinificación
- Fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable a 26 ºC y posterior maloláctica en barrica
- Consumo
- Se recomienda servir a 16 ºC
- Cosecha
- 2019
- Formato de botella
- 750ml
- Envejecimiento
- Crianza durante 12 meses, 65% roble francés y 35% roble americano
La Bodega se encuentra en San Vicente de la Sonsierra, en el centro de la Rioja Alta, tiene por objetivo convertirse en una de las referencias vitícolas de la DO, donde se producen reputados vinos de renombre.
El Grupo Matarromera se adentra en la reputada Rioja de la mano de Carlos Moro, siempre siguiendo la misma filosofía, Bodegas sostenibles y eficientes que respeten el medio que les rodea.
La fundación de San Vicente como villa se remonta a 1170, cuando el rey de Navarra Sancho VI “El Sabio” manda la construcción del castillo. Curiosamente, realiza el encargo a Ferrant Moro que se hace cargo de la dirección de las obras. En 1172 Sancho El Sabio otorgó fuero a la villa de San Vicente de la Sonsierra, que se creó a la sombra de la fortificación, convirtiéndola en villa realenga.
CM de Matarromera es un proyecto vitivinícola marcado por la pasión de Carlos, enólogo y bodeguero, que ha conseguido triunfar con su forma de elaborar en otras denominaciones de igual exigencia y prestigio.
Para comenzar se seleccionaron una serie de excelentes pagos situados en el margen izquierdo del río Ebro.
Cabe destacar su profundidad subterránea de 150 metros, pudiendo albergar hasta 2000 barricas de roble que permiten la crianza de forma natural y homogénea.
La experiencia y el buen hacer de todo un equipo de enólogos, ha sido capaz seleccionar la mayor verticalidad y mimo de la uva, con sistemas de transporte por gravedad y utilizando crianza en hormigón para preservar la fruta. Esta bodega es la unión entre dos comunidades, entre dos ríos (el Duero y el Ebro), que fluyendo en sentido opuesto, desembocan en el mismo destino: el de un mercado acostumbrado a la exigencia y la excelencia de sus vinos, motivo que configura, con humildad, sencillez y profesionalidad, el principal y noble objetivo de esta bodega riojana.
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